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Malas prácticas del SERNAC en datos de consumidores: el servicio «No Molestar»

A raíz de un proyecto de ley promovido por los senadores Harboe, Pérez y Tuma (Boletín 10133-03) que cambiaría el actual régimen de las comunicaciones publicitarias (ese que permite llamadas y correos electrónicos para ofrecernos cosas que nunca hemos pedido), la Universidad de Chile convocó a un Seminario sobre la materia en que intervino, entre otros, el Director Nacional del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac).

Y para iniciar la discusión presentó su estrella en la materia: la “Aplicación ¡NO MOLESTAR!”: una página web en que el consumidor entrega sus datos personales e indica los medios de comunicación que utiliza (básicamente e-mail y número teléfono) y a través de los cuales NO QUIERE ser contactado por las empresas; el Sernac, una vez al mes, distribuye esa información entre las principales empresas que se dedican al acoso permanente de la ciudadanía (aunque el sitio web dice que sólo se le envía  a la empresa que indiques). Leer más

Sus Señorías no tienen derecho al anonimato

A principios del mes de agosto de este año, en San Bernardo, un delincuente robó un automóvil a su conductor en el momento en que entraba con él al hogar (un “portonazo”, en nuestra jerga nacional); tras huir el asaltante del lugar las víctimas (padre e hijo) le persiguieron en otro vehículo, lo alcanzaron, lo derribaron y terminó asesinado a golpes.

Conocidos los hechos por nuestra opinión pública, siempre tan sedienta de sangre y enfervorizada partidaria de la “justicia ciudadana”, una gruesa parte de ella clamó porque a los homicidas se les aplicara una exención de responsabilidad penal conocida como legítima defensa, figura jurídica que beneficia a quienes dañen (o maten) a otro en defensa de su persona o derechos. Leer más

Caso MINSAL: ¿Chile va a proteger tus datos personales?

Tal como ha revelado Ciper Chile, una falla de seguridad informática en el Ministerio de Salud redundó en un caso de vulneración de derechos en nuestra era tecnológica nacional: datos personales de miles de personas que incluían su nombre, número único de identificación (el RUN), domicilio, casos médicos, medicamentos utilizados, etc. quedaron por meses expuestos al potencial libre conocimiento por parte de los miles de empleados que tienen acceso a la red informática del Ministerio de Salud (Minsal), con acceso incluso desde fuera de los centros de salud y a lo largo de todo el país.

Especialmente relevante es la exposición en que quedaron las personas con datos sobre VIH, que desarrollaron cáncer, que tienen problemas de salud mental o sufrieron procedimientos de aborto. Leer más

El rapto del proyecto de ley de protección de datos personales

Hay días en que las noticias son tristes, pero cuando afectan innecesariamente los derechos fundamentales de las personas, también son amargas.

Se los explico en detalle: como ustedes bien saben, hace mucho que los países descubrieron que el procesamiento automatizado de datos personales y el tráfico de los mismos, destruye el sistema de derechos fundamentales, haciendo vulnerables a las personas en su día a día.

¿Cómo ocurre eso?. Pues simple: de poco o nada sirven los derechos de las personas establecidos en forma grandilocuente en las Constituciones Políticas si determinadas personas, empresas e instituciones, gracias a la informática y el tráfico de los datos personales o una conexión a Internet, creen saber algo de ti y toman una decisión arbitraria a tu respecto. Entonces, ¿de qué sirve tener el derecho al trabajo, a la salud, a la vivienda o a la educación si cualquiera, creyendo saber algo de ti (que no te dice qué es ni de donde lo obtuvo), y aprovechándose de una legislación defectuosa, declina contratarte, te rechaza en la Isapre, decide no arrendarte un lugar para vivir o no permitir que tus hijos ingresen a un colegio?. Leer más

Chile y el derecho al olvido

Hace algunos días, y haciéndose eco de una discusión de otro continente, un grupo de senadores presentó un proyecto destinado a reconocer en nuestro país el “derecho al olvido”.

¿Es un derecho nuevo?.

No, en absoluto. De hecho ese derecho ya existe en nuestra tortuosa ley de “protección de la vida privada” (no se engañe, no crea usted que le va a proteger de algo), aunque no tiene ese nombre y no es otra cosa que el derecho de obtener de quien controla algún determinado dato personal nuestro, su eliminación.

Me explico: aunque no lo crea, usted tiene el derecho a decidir qué datos de sí mismo pueden divulgarse y la forma en que pueden ser utilizados. La única forma de “saltarse” su autorización es que exista una ley que así lo establezca. Por ejemplo, los datos sobre ciertos tipos de deudas son tratados y comercializados por empresas, como DICOM, solo porque la ley le permite hacerlo sin nuestro consentimiento. Leer más

Ilícitos de protección de datos: la captura de datos de niños en las clínicas de Chile

El asunto es simple, lo he visto en la Clínica Santa María y en la Clínica Las Condes, y no tengo razones para creer que no se repite en otras instituciones que utilizan el sistema i-Med de verificación de identidad: se hace enrolar a niños mayores de 6 años en el sistema (“ponga el dedito aquí”) y automáticamente con ello celebran un contrato por el cual una empresa se apropia ilícitamente de los datos personales de nuestros hijos.

Lo explico con más detalle:

Como el lector sabe, desde hace algún tiempo los centros de salud ya no venden “bonos de atención de salud” de la forma tradicional, sino que las ISAPRE de un día para otro decidieron que bastaba poner el dedo en un lector de huellas dactilares y pagar el precio, sin necesidad de acreditar identidad de otra forma. Leer más